Cómo trabajamos en la Psicoterapia Somática del Desarrollo
Sep 11, 2024
Cada pie en la arena tiene su propia huella , de la misma manera en cada terapia la persona establece sus objetivos específicos en colaboración al inicio del proceso terapéutico. Trabajamos en base a ellos para atender lo que es más urgente o más importante.
En términos generales, el objetivo es promover el autoconocimiento, el darse cuenta: navegar acompañado por los laberintos de la mente. Y reconocer las sensaciones, sean de irritabilidad o debilidad, de euforia o de cansancio. Trabajamos con lo que está presente en cada momento.
La terapia se convierte así en un espacio de apoyo emocional y la ansiedad, la confusión, la desidia, el coraje, la frustración, la culpa, el miedo. Es un lugar donde desarrollar habilidades para manejar desafíos y establecer límites saludables.
Algunos objetivos específicos que puedo mencionar incluyen:
- Sentirte acompañado para poder comprender y avanzar hacia zonas difíciles.
- Conocer cómo te mueves en las relaciones: cómo junto a otros se generan determinadas interacciones.
- Entender lo que te duele y por qué. ¿Te duele lo que la otra persona hace o lo que no te atreves a hacer?
- Reconocer heridas emocionales y cómo se manifiestan.
- Identificar patrones y reacciones. ¿Por qué te encuentras en bucles repetidos?
- Examina qué situaciones te crean estrés.
- Poner límites y arriesgarte a ser más que lo que ya eres.
- Desarrollar diversas formas de responder y de organizar.
¿Y qué hacemos en las sesiones?
Durante una sesión, se busca personalizar el enfoque para cada paciente, y cada terapeuta tiene su propio estilo. Sin embargo, te puedo decir que en todos resonamos, enlazamos, somos sensibles, nos movemos .
En términos generales puedes estar seguro de que en una sesión de PSD:
- Se respeta el ritmo del paciente.
- Se crea un ambiente seguro y libre de juicios.
- Se abordan situaciones repetitivas y sensaciones corporales.
- Se utilizan imágenes simbólicas.
- Se usan movimientos exploratorios, que van a regular el sistema nervioso (autónomo y somático).
Con frecuencia me preguntan: si hacemos ejercicios durante la terapia
En realidad no, son más bien experimentos y exploraciones que surgen a partir de algo que el cliente hace o dice, o de alguna imagen que le ronda la mente. Lo que utilizamos es el lenguaje corporal para poder comprender mejor -o completar- la narrativa de lo sucedido. Así integramos y comprendemos los fragmentos de nuestras experiencias.
Una guía de montaña
Para explicar lo que hago, me gusta compararme con ser una guía de montaña. La guía conoce la ruta, pero el camino siempre cambia: a veces hay más nieve o lluvia, otras caen piedras, o es húmedo. El camino no es el mismo para todos, es por eso que no se aplica un método genérico para todas los casos de depresión, o en todas las situaciones de insomnio. Si bien hay protocolos de trabajo, la sesión con cada paciente es única.
Como terapeuta de PSD, mi trabajo es como el de una guía de montaña que acompaña en el camino. No puedo subir la montaña por ti, ni llegar al siguiente refugio en tu lugar, pero puedo estar a tu lado si te frustras o te caes, así como para animarte a seguir y celebrar tus progresos. Mi papel es acompañar activamente, observar, resonar, enlazar, estar y ser sensible.
La terapia no se trata de llorar o sufrir, que claro que hay momentos tristes, pero también hay espacio para la risa y el sarcasmo. Es recorrer diversos caminos juntos.
En conjunto, con respeto y empatía.
Así, mi papel como terapeuta en la PSD es acercarme a la intimidad de cada persona con respeto y empatía.
Inicialmente, se reconoce y valora la realidad de los síntomas, y se respetan todos los tratamientos que el paciente ha realizado o continúa realizando. Este es un espacio donde la persona puede estar segura de que se le cree y se le apoya en lo que dice o hace.
Recuerdo una experiencia con un paciente que tenía dificultad para girar la cadera y el sacro. A través de nuestras sesiones de trabajo encontramos que este síntoma estaba relacionado con las restricciones impuestas en su vida. Tuvo un entorno rígido, donde solo había un camino para hacer las cosas y no cabían otras alternativas. Le costaba mucho decir que no y encontrar su propia voz. Finalmente la persona pudo resignificar y relajar su pelvis para hacer espacio a movimientos más amplios y liberadores.
Fue la memoria de la relación que hizo huella y que fue creando un patrón / restrictivo en el movimiento y comportamiento que luego se generaliza a diferentes situaciones. El arte es descubrir juntos cuál es tu movimiento y sus significados.
¿De qué me sirve? ¿Qué podría esperar de la PSD?
Algunos beneficios incluyen:
- Disminución de síntomas corporales.
- Regulación emocional.
- Reducción del dolor y el estrés.
- Mejora en la calidad del sueño y el descanso.
- Mejora en las relaciones personales.
- Regulación del sistema nervioso autónomo.
- Mayor capacidad para la toma de decisiones y la acción.
Se brinda la oportunidad de nombrar y afirmar quién eres, y de encontrar tu propia voz en el proceso de sanación.
¿Se puede combinar la Psicoterapia Somática con otros tratamientos?
¡Si! se puede integrar de manera efectiva PSD con otros tratamientos, de hecho, ya hay personal sanitario que recomienda a sus pacientes hacer esta terapia, a la vez que siguen con los tratamientos médicos. Ha tenido pacientes referidos por psiquiatras, nutricionistas, fisioterapeutas, reumatólogos, entre otros.
He trabajado con personas que reciben tratamientos de oncología, reumatología, terapia hormonal, y hemos encontrado que la PSD es un complemento valioso que no requiere la suspensión de sus tratamientos. Por el contrario, aporta una perspectiva única y beneficiosa al proceso de mejoría y manejo del dolor.
En mi caso, dada mi experiencia y conocimientos en diversas áreas de la psicología y tratamientos para el bienestar, puedo combinar la Psicoterapia Somática del Desarrollo (PSD) con EMDR, Educación Somática, Yoga y Meditación, según lo considere adecuado para su tratamiento.
¿Cuándo es oportuno realizar sesiones de PSD?
Primero me gustaría decirte que no tienes que vivir en sufrimiento. La vida es una, y no tienes por qué “aguantar” o controlar todo. Los problemas y obstáculos son superables. ¡Se puede vivir mejor! Incluso si has intentado otras cosas y no han funcionado, todavía hay opciones. Así que, en cualquier momento en el que quieras estar mejor y superar algunas situaciones, te invitamos a probar una sesión de PSD.
Dicho esto, la Psicoterapia Somática puede ser beneficiosa para personas con diversos trasfondos y situaciones, desde traumas significativos hasta preocupaciones más cotidianas.
Por ejemplo, podría ayudar a un bailarín que tenga dificultades con un giro, explorando qué obstáculos físicos o emocionales podrían estar interfiriéndose en su ejecución. Del mismo modo, podría trabajar con personas que han experimentado traumas como abusos o agresiones, utilizando enfoques adaptados a sus necesidades específicas.
En términos generales, la PSD puede ser beneficiosa en situaciones que incluyen:
- Insomnio.
- Trastorno de estrés postraumático (TEPT).
- Depresión y ansiedad.
- Sentimientos perturbadores que debilitan el cuerpo.
- Dolor crónico o inespecífico.
- Trauma infantil y heridas tempranas, incluso experiencias preverbales.
- Problemas relacionales, agresividad, timidez excesiva.
- Trastornos alimentarios y problemas de imagen corporal.
- Pérdidas y duelos, incluyendo cambios de vida significativos…
- ¡Y un largo etcétera!
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